Recorrido por el Canal de Castillla I

El descenso comenzó en la Plaza de Santa Ana de Madrid con el Lema "nos vemos en Rueda", que era el punto de encuentro del grupo para realizar el recorrido en bicicleta por el Canal de Castilla, desde Alar del Rey hasta Valladolid.

Primera Etapa

El jueves día 23 de junio salimos de nuestras casas a las 8 de la mañana y sobre las 10 llegamos al Mesón La Rueda, en Rueda, donde por los móviles ya habíamos quedado, desayunamos tortilla de patata especialidad de la casa, por cierto muy buena, y finalmente llegamos a Alar del Rey a las 12,45, yo que iba solo estaba del coche hartito.

Nos orientamos rápidamente ya que había estado en otra ocasión, aparcamos en la plaza de la estación, pues aprovecharíamos los servicios de la RENFE para volver a por los coches, nos dirigimos pasando el paso a nivel a la dársena del Canal donde iniciaríamos nuestro primer día de recorrido hasta Osorno; según el folleto "Vive el Canal" el recorrido era de 36,2 Km. pero con las aproximaciones a las estaciones y algún despiste en Herrera de Pisuerga la cosa se puso en 47 Km. y medio.

La Dársena en general esta rehabilitada, pero es una pena que los edificios no tengan ninguna función que los mantenga vivos, han dejado un entorno muy agradable que invita a tirar unas cuantas fotos con el grupo.

 














Nos ponemos en marcha por el camino de sirga del lado derecho y marchamos estupendamente hasta que llegamos a un puente antes de la esclusa 5 donde sin querer nos planteamos ya el desvió a Herrera de Pisuerga, pues a partir de la 6ª esclusa el camino es intransitables hasta el área recreativa de la presa de San Andrés, la otra opción es desviarse en la esclusa numero 5 por un camino más o menos señalizado hasta el puente del ferrocarril, cruzar el río  y por una pista llegar al área recreativa anteriormente comentada.

Nosotros nos debíamos en el puente ya mencionado pasamos por la estación de Herrera y llegamos a la carretera que pasa por la localidad, pero como no era el camino recomendado pues nos habíamos desviado antes de la esclusa 5 retrocedimos como unos pardillos volvimos al canal y fuimos a la esclusa 5 donde están las indicaciones de los dos desvios antes dichos, cogimos el de Herrera y cuál es nuestra sorpresa cuando por una pista en diagonal al canal retrocedemos hasta volver al cruce con la carretera en el cual ya habíamos estado un rato antes.

 














Después un cordial intercambio de pareceres cogimos la carretera, bordeando Herrera de Pisuerga, hasta un desvió señalizado como "al Barco", en ese punto retornamos al canal a un área recreativa con mucho arbolado que es donde se cruzan el Canal con el río Pisuerga, donde hay un barco para dar paseos por el canal, pero será en alguna época rara pues ni en septiembre y a finales de junio funcionaba, también es cierto que en la zona no vimos a nadie haciendo turismo.

Una vez que disfrutamos del panorama elegimos una mesa para comer lo cual tenía sus problemas unas querían sol y otros sombra pero al final nos tomamos el bocata al sol pues sorprendentemente hacia una temperatura estupenda.

En un momento de la conversación solté que se le habían subido las Feromonas a la cabeza por lo chispeante que estaba, en vez de las Endorfinas lo cual produjo muchas risas y rechifla; después de estos momentos de relajo reiniciamos la marcha, pero después de tanto 'descanso' se pierde el equilibrio y prácticamente parados Lola y Guillermo se fueron al suelo, sin mayores consecuencias, por el camino de la izquierda pues como está la carretera muy cercana durante un buen tramo el camino de la derecha a desaparecido seguimos avanzando de esclusa en esclusa y en algún tramo nos cruzamos al lado contrario para poder fotografías a las chicas del grupo.

 

Cuando llegamos a la esclusa 14 que esta ya equipada para permitir la navegación, un lugareño muy amable nos comenta que la "inclusa" ha sido montadas hace dos años  y que un poco más adelante esta el embarcadero para dar un paseo en barco y se pueden tomar refrescos y café, en un alberge que se encuentra en las inmediaciones, esto levanta mucho los ánimos pues la perspectiva de tomar algo fresquito da alas pues el agua empezaba a estar calentorra, en la pared de la casa del esclusero, que por cierto también esta rehabilitada nos comento que iban a hacer un museo, hay un cartel manuscrito donde se anuncia comida y refrescos a 400 metros lo cual nos confirmaba lo dicho por el agricultor.

 

Comenzamos una loca carrera por llegar cuanto antes a las bebidas pero se va haciendo eterno, cuando por fin llegamos alguien dice que son los cuatrocientos metros más largos  del mundo,  en realidad son más de 3 Km. y medio, su equivocación fue lo que ponía en el cartel, eran 400m al pueblo de San Llorente de la Vega cuya carretera de acceso pasa por detrás de la casa del esclusero de la 14, por cierto en otra ocasión anterior comí en el bar de ese pueblo unos pimientos asados estupendos y es de agradecer que nos atendieran teniendo en cuenta que llegamos después de las 16 horas.

 

















Después de refrescarnos tomando bebidas variadas reiniciamos la marcha por la sirga izquierda, para ver uno de los puntos emblemáticos del recorrido el acueducto de Abanades que es muy impresionante, después de bajar al río para hacer unas fotos y disfrutar de la Obra en todo su dimensión, retomamos el camino y llegamos al puente de Osorno donde por el día de hoy abandonamos el Canal y después de más de un kilómetro llegamos a la estación de Osorno a las 18,30, para volver a Alar del Rey.

 
















Al entrar en la estación de Renfe por un lateral Lola no se fijo bien en el mal estado del suelo y casi aterrizo, una vez que sacamos los billetes para el tren de las 19,33 realizamos algunos estiramientos, unas mejor que otros, Luisa disfruto de la situación para sacarnos unas fotos, aprovechando su buen ojo.

El tren llego con cierto retraso nos montamos en cabeza según indicaciones del factor pero debió de ser en cola, pero no hubo problemas pues el revisor era muy amable. Llegamos a Alar del Rey metimos las bicicletas en los coches y nos dirigimos a nuestro alojamiento en el pueblo de Monzón de Campos.

 

Llegamos al Hostal la Concordia dejamos nuestros cachivaches y después de una ducha reconfortante bajamos a cenar, al entrar en el comedor  una joven de aspecto muy agradable, se me queda mirando diciéndome "yo a ti te conozco" esto genero mucho cachondeito por parte del grupo, se acordaba de mi dé la vez anterior que estuve por la zona, comimos un día en este local y estuvimos charlando, la cena estuvo bien salvo el postre pero lo mejor fue el aperitivo que nos dieron de queso curado con cecina, a Nieves le apetecía tanto una Cervezota que estuvo tentada de quedarse con la jarra de servirla.



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